La princesa Leia

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princesa Leia

No sé vosotros, pero cuando publiqué la entrada Los mejores personajes femeninos de la ciencia ficción me quedé con ganas de más con respecto a algunas de ellas. En especial, en primer primerísimo lugar, La princesa Leia, uno personaje de los más carismáticos y profundos del universo de Star Wars desde el primer momento que apareció en pantalla, en 1977.

Qué nos contó el cine

Veamos qué supimos en su momento del personaje de la princesa Leia, ateniéndonos a la trilogía clásica, únicamente desde su punto de vista:

En el episodio IV: Una nueva esperanza, Leia aparece brevemente al principio de la cinta, para no volver a saber de ella más que unas pocas pinceladas hasta que Luke, Han, Chewbacca y Ben Kenobi acaban por error en la Estrella de la muerte. Tras su rescate, Leia pasa a un puesto de comandancia en la rebelión, puesto que seguirá ocupando hasta la segunda parte del siguiente episodio:

Episodio V: El imperio contraataca: Tras un ataque a la base helada del planeta Hoth, Leia escapa con Han Solo (con el que comienza un romance) y Chewbacca a Bespin donde, traicionados por Lando Calrissian, caen prisioneros de Darth Vader y Han es congelado en carbonita para servir de trofeo en el palacio de Jabba, el hutt. Lando libera a Leia y Cewbacca y escapan en el Halcón Milenario.

Episodio VI: El retorno del jedi. Han está congelado en el palacio de Jabba, el hutt, cuando un misterioso cazarrecompensas aparece con Chewbacca como prisionero y lo ofrece al hutt con una negociación muy arriesgada. Al caer la noche se descubre que ese cazarrecompensas no es otro que Leia disfrazada, que descongela a Han y es atrapada y hecha esclava personal de Jabba. Durante lo que apunta a ser la ejecución de Luke, Leia aprovecha un corte de luz y asfixia a Jabba con la propia cadena con la que estaba atada a él, y escapa por sí misma hasta que Luke la lleva a una barcaza en la que huyen todos. Posteriormente, en la luna del planeta Endor, Leia forma parte activa del grupo de rebeldes que desactiva el escudo protector de la segunda estrella de la muerte y lleva a la rebelión a la victoria.

Hasta ahí lo que vimos en su día, hace mucho, mucho tiempo.

Princesa leia, por Ruiz Burgos
Estas dos preciosas ilustraciones son obra de Ruiz Burgos, ¡corred a su web!

Tras de la trilogía original

El personaje de la princesa Leia cobró rápidamente importancia en lo que se denominó en su momento el universo expandido (ahora llamado Legends), formando la alianza de planetas libres (precursora de la nueva república), casándose con Han Solo y teniendo tres bebés en común.

Después colaboró en la creación de la Nueva República y, durante todo este tiempo, fue desarrollando sus poderes jedi, al punto de conseguir un dominio de la espada láser que la hicieron capaz de enfrentarse a peligrosos enemigos como el jedi oscuro Beldorion el hutt, venciéndolo en combate singular. Los mellizos Jacen y Jaina Solo y el pequeño Anakin fueron creciendo y formando parte de las batallas en que la Nueva República tomaba parte, hasta que Anakin cayó en combate, comandando un equipo jedi contra los Voxyn de Yuuzan Vong.

Esta pérdida y algunos otros acontecimientos hicieron que Leia abandonara la vida diplomática y continuara sirviendo en misiones militares como un héroe más de las historias de Star Wars: Legends.

Leia, la princesa guerrera

Pero la princesa Leia es mucho más que la iconografía que ha perseguido al personaje, y que aquel bikini que, en palabras de la propia Carrie Fisher, «las supermodelos vestirán en el séptimo anillo del infierno». En su primer encuentro con Luke Skywalker («¿No eres un poco bajo para ser soldado de asalto?») Leia se muestra no como el único personaje femenino cuya única labor es ser rescatada de forma pasiva, sino como alguien que acaba liderando su propio rescate.

Minutos atrás en la misma cinta, vemos cómo es llevada ante la presencia de un Darth Vader que aterra propios y ajenos, pero le miente en sus narices y, después, es apresada e interrogada pero «su resistencia al interrogatorio es asombrosa».

¿Recordáis el rescate a la «pobre princesita» por parte de «los machos»? En un punto muerto en el que parece que no hay escape, es la propia Leia la que consigue encontrar una ruta alternativa para salir de la ratonera en que se habían metido:

-¿Qué haces?
-¡Alguien tiene que salvar nuestros pellejos!

Esperad, que no ha llegado lo mejor. Cuando encontramos una pareja en la ficción de aventuras y secuestran a uno de los dos ¿qué suele pasar el 99% de las veces? Pues que secuestran a la mujer y el hombre va a su rescate. Típico. Pero no es así en este caso. Poco después de que Han sea entregado a Jabba, el hutt, ¿dónde vemos por primera vez a Leia? Pues disfrazada de cazarecompensas, metiéndose en solitario en la boca del lobo para salvarle, y amenazando a un señor del crimen con un detonador termal en su propia casa.

Avancemos ahora unos minutos, de nuevo hasta la princesa objeto sexual, esclava de una babosa (en ambos sentidos) gigante y encadenada a esta. Pocas imágenes resultan más repugnantes y poco alagüeñas para el personaje de Leia Organa y el espectador, pero Leia no espera a que nadie vaya a sacarla de allí. Durante el rescate de Han Solo por parte de Luke, que al final acaba siendo el rescate de Han, Leia y Chewbacca en la fosa de Sarlacc, Leia provoca un corte de luz y asfixia a Jabba con la misma cadena con la que ella está atada. No sé vosotros, pero yo no he visto princesas así en los cuentos que me contaban de niño…

Pero Leia no es una «echada p’alante» que antepone el bláster al cerebro. Se hace valer como diplomática y líder de la rebelión en la base de Yavin y en Hoth, y en el episodio VI: El retorno del jedi, Leia establece contacto pacífico con los ewok nativos que ayudan a los rebeldes a obtener la victoria sobre el destacamento imperial desplegado en la zona.

Conclusiones

Es evidente que la princesa Leia rompió los arquetipos de su tiempo. Aún a día de hoy es muy buen ejemplo de cómo darle la vuelta a un concepto manido para crear un personaje de amplia trayectoria con personalidad y mucha pegada.

Ahora, ¿cuántas otras obras están dispuestas a invertir así los arquetipos? Yo creo que son las apuestas arriesgadas las que acaban pasando a la historia (a veces para mal, de acuerdo) pero, como dijo Virgilio «La fortuna sonríe a los atrevidos».

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