La escuela

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La escuela

Lo hemos visto ya en multitud de libros y películas, desde la saga de Harry Potter hasta El juego de Ender, pasando por la Crónica del asesino de reyes o El maestro Cantor: la acción se centra, durante toda la obra o una parte importante de ella, en una escuela, academia o similar. Así, aunque haya una historia principal, son pequeñas aventuras y dificultades las que se van cruzando en el camino de los protagonistas, mientras poco a poco se va avanzando en esa historia de fondo. Esto tiene varias ventajas y algunos inconvenientes, que pasamos a analizar a continuación.

Ventajas

Permite incluir diferentes aventuras dentro de una.

Bien sea a modo de varias novelas de una saga, como ocurre con la obra de Rowling, o como piedras en el camino que Kvothe tendrá que salvar, este cambio permanente de conflictos aporta mucho dinamismo, y permite desarrollar por separado varias zonas de la escuela o grupos de personajes que añadir a la historia de forma escalonada. Especialmente práctico en sagas largas, en las que complicarlo todo desde el principio pudiera ser contraproducente, este recurso permite añadir mucha información poco a poco.

Aparición de equipos

Aunque trataremos este recurso más adelante, la escuela se presta mucho a la distribución de los alumnos por equipos, clases, familias, funciones… de modo que podamos presentar varios de estos grupos para que el lector pueda sentir afinidad por unos, odiar otros, compadecerse de algunos o simplemente ignorar los que no sean “los buenos” y “los malos”; pero que inevitablemente crean un sentido de pertenencia. Atendiendo al público objetivo al que vaya dirigida la novela, este recurso puede llegar a ser muy útil.

Se adapta a cualquier longitud

Dado que la historia se basa en un camino al que se le van añadiendo pequeñas paradas o desvíos, sumar o restar estos elementos puede modificar en nuestro favor la longitud de la obra. ¿Acaso no podría haberse resuelto Harry Potter en cuatro novelas? ¿No podría haber tenido Buffy cazavampiros dos temporadas más? Has de tener en cuenta que, en el caso de que quieras alargar la historia, tienes que recordarle al lector cuál es la trama de fondo, y distribuir la información sabiamente para que no se pierda el rumbo de la historia.

Baile de personajes

En cualquier escuela, academia o centro de entrenamiento los alumnos entran y salen. Y los profesores antes o después también. Gracias a eso podrás añadir y quitar personajes cuando más te interese, privando al personaje principal de su compañero protector cuando más lo necesita, o haciendo aparecer un oscuro y enigmático profesor en el momento en que casualmente comienzan ciertos extraños acontecimientos. Procura de todos modos tener bien atado el grupo principal, los compañeros de tu personaje, ya que son los pocos nombres que tu lector recordará siempre, y las personalidades que no anclará a un cliché. Si alguno de estos personajes debe desaparecer, asegúrate de que sea por una buena razón.

Desventajas

Originalidad

Como buena fórmula que es, ha sido explotada hasta la saciedad, así que has de buscar la originalidad por otro lado, y asegurarte de que la encuentras. Porque si incluyes una escuela de magia, una escuela de pilotos, o una escuela de asesinos, muchos lectores ya tendrán referencias en sus mentes, y te habrás metido en un ring en el que tendrás que competir con contrincantes que quizá no sean de tu peso. Así que haz que no piensen en Hogwarts en cuanto dices “escuela de magia”: no pongas la típica estructura de profesores, elude las clases como tal, o haz que la escuela sea un lugar al que se retiren los alumnos en su propia mente mientras viven en un munto corriente. Pero sé original, o de lo contrario tu obra estará condenada a ser comparada, y eso nunca le gusta a un autor.

Enclaustramiento

Si eliges este formato de historia es probable que antes o después tengas la sensación de que estás atado de pies y manos, que tus personajes están encerrados en el mundo que has creado para ellos, que a la vez limita tus movimientos como escritor. La mala noticia es que, ciertamente, así es. La buena noticia es que eres tú quien ha creado esa cárcel, así que si necesitas una escena en un lago puedes hacer que en el campus haya uno, o si necesitas un cementerio abrir la puerta del este, cerrada con nueve candados, que lleva sin abrirse más de doscientos años…

Como veis, las ventajas superan con mucho las desventajas, así que algún día pariré algo en una escuela. De repostería, de acróbatas o de escritores. ¿Una escuela de escritores? Ay, no, ¡qué aburrimiento! 😉

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