Trece razones para leer ciencia ficción juvenil

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13 Razones para leer ciencia ficcion juvenil

He encontrado en la red varios artículos sobre razones para leer fantasía juvenil (como este fantástico artículo de Ana González Duque) o razones para leer ciencia ficción (recomiendo encarecidamente este, de David Olier), pero he echado a faltar nada que hablara sobre razones para leer ciencia ficción juvenil. Aquí encontrarás trece razones, pero estoy seguro de que hay más y a mí se me han escapado.

Los fans

Lo que se llama también el fandom en la literatura de género en general no tiene un peso específico cuando te metes en la cama con un libro entre manos pero, ¿y si quieres de fondo de pantalla de tu personaje favorito para el móvil? ¿O un spin off, un what if o un aserejé? Bueno, me entendéis. La cantidad de material que los fans pueden generar excede con mucho todo lo que pueda hacer un autor. Os lo digo yo que he sido primero una cosa y luego la otra, y el tiempo es limitado. Los fans son muchos, y el trabajo que hacen es, en muchos casos, excelente.

Son más imaginativas que las novelas convencionales

Con todos mis respetos a la ficción convencional, el planeta tierra da para lo que da. Y la sociedad contemporánea sí es cierto que a veces te sorprende y la realidad supera a la ficción, pero eso es más la excepción que la norma. Tener otros planetas, otras razas, un tiempo futuro en que los acontecimientos hayan llevado a… ¿me sigues? Todos esos son factores que enriquecen un libro de base, además de la trama que ya contenga.

Los giros

Hay algo a lo que nunca me acostumbro. Para bien, se entiende, no como cuando te tienen que sacar sangre, que nunca me acostumbro, tampoco. Estoy hablando de los giros en la trama. Ese arte que algunos autores manejan a la perfección y que, si no eres uno de esos lectores listillos que van buscando la trampa en cada página, consiguen dejarte con la boca abierta. En las novelas de ciencia ficción juvenil la suspensión de incredulidad se da más aún si cabe que en otras obras, por lo que los giros siempre consiguen pillarte con la guardia baja. Y a mí eso me encanta.

Romper arquetipos

¿Qué hacen los elfos? Cosas de elfos. ¿Qué hacen los detectives? Cosas de detectives. (Un saludo desde aquí a los fans de la fantasía y la novela policíaca). Pero, ¿qué hace el último papa en misión espacial a un planeta desconocido? ¿Qué hace una inteligencia artificial recolectando botones de camisa? ¿Me seguís? Las posibilidades ya no solo imaginativas, sino de ruptura de arquetipos de la ciencia ficción en general son enormes, y la ciencia ficción juvenil se beneficia de ello.

Plantea preguntas

Cuando uno es joven es cuando comienza a plantearse preguntas. Preguntas acerca de su entorno, acerca del futuro, de lo que será o de lo que podría ser. Las mismas preguntas que plantea la ciencia ficción. Ahora imagina el combo que eso supone. La cantidad de posibilidades, ya no solo de preguntas, sino de respuestas.

Lo que la ciencia no puede

Ahora mismo los coches no vuelan. No, esto es un churro. Digo volar, volar. De verdad, como los coches de Blade Runner o el DeLorean de Regreso al futuro. Y tiene pinta de que para eso que la ciencia ficción planteaba “en el año 2.000 ya verás como…” aún queda rato (es por eso que, cuando escribo ciencia ficción especulativa, yo nunca pongo fechas). Así que de momento podemos vivir esas experiencias aún imposibles de la mano de un libro. Espera, que esto mejora en el punto siguiente:

Libertad

“Es que si un cuerpo experimenta velocidades próximas a la velocidad de la luz, la masa del mismo y el paso del tiempo…” vosotros no sé, pero yo ya me he dormido. Si estoy esperando que los héroes vayan a infiltrarse al planeta de los alienígenas que pretenden destruir la tierra, solo quiero que vayan. ¡Que no sea físicamente posible me da exactamente da igual! Me encanta la libertad de pasar por encima de si algo es posible o imposible (y habría que ver cuántas de las cosas que ahora decimos que son imposibles lo seguirán siendo en un futuro, pero ese es otro asunto).
Por cierto, un saludo desde aquí a los fans de la hard ci-fi 🙂

Te mantienes joven

A veces pasa. No siempre, porque yo por ejemplo aún soy un adolescente, pero hay casos documentados de gente que se hace mayor. Y es muy contagioso. El tiempo se esfuma entre los dedos, los dolores aparecen en el cuerpo y el ritmo general de vida (para lo bueno) se ralentiza. Para lo malo la vida va a toda prisa. Los médicos aún no han encontrado remedio para esto, pero los especialistas recomiendan leer ciencia ficción juvenil para prevenir los efectos del paso del tiempo. Eso sin máquinas de viaje ni nada, solo leyendo. Lees y sigues siendo joven. Viviendo la experiencia de una joven de dieciséis años que de repente se ve al frente de su casa, o tratando de que tu hermano mayor no te mate. O simplemente teniendo prioridades que tú ya habías olvidado.

Evasión

No voy a hacer más amigos, ya me odian los fans de la fantasía, la ciencia ficción hard y la novela policíaca. El caso es que la literatura en general es un buen medio de evasión cuando uno quiere tomarse una pausa del mundo y meter la cabeza en un agujero, o viajar, y no tiene pasta. Pero la ciencia ficción juvenil, más. No me miréis así, aquí cada uno barre para casa. En serio, reconozcámosle al resto de géneros también esta función, pero eso no quita para que la cifi juvenil también lo haga, ¿no?

Puedes recomendarlo a cualquier edad

Cuando escribí Escape de 21-13 me pasó una cosa de lo más curiosa: la concebí como ciencia ficción juvenil de manual, con un target muy específico, pero al final muchos lectores resultaron ser adultos, y lo han disfrutado tanto o más que el público al que originariamente iba dirigido. Lo sabes si disfrutaste como yo con Los juegos del hambre, por ejemplo. Puede que no tengas la edad exacta del público al que está dirigido, pero puedes recomendarlo por igual a tu sobrina que a tus amigos.

Vocabulario

Es falso que los libros juveniles tengan un lenguaje más sencillo que otros más “adultos”. Porque a quién está dirigido un libro muchas veces pasa por el tema, y no por el lenguaje. E, incluso en el mismo tema, muchos libros ahondan en un lenguaje específico (a veces técnico, a veces de algún aspecto concreto de la historia) mucho más que otras obras. Porque si crees que Warcross tiene un lenguaje más sencillo que 50 sombras de Grey estás en un gravísimo error.

Alimenta tus propias creaciones

Llevo jugando al rol desde los diez años. Al rol de verdad, el de los dados y las hojas de personaje, no a ese de los videojuegos que tiene una muy limitada libertad de acción (jo, David, hoy te estás encumbrando haciendo amigos). El caso es que los cientos de aventuras que yo he vivido a lo largo de los años han alimentado mi imaginación, al igual que los libros y las películas lo iban haciendo. Así que, llegado el momento en que yo he ido a crear mis propias historias, tenía la cabeza rebosante de ideas que esperaban salir. Por tanto, ¿quieres escribir ciencia ficción juvenil? Léela.

Porque te gusta

Porque yo te puedo dar trece razones o trece mil pero, al final, lo importa es que te guste. Sea leer ciencia ficción juvenil o chocopunk para ancianas rebeldes, sé libre para leer lo que quieras. De verdad. No cubras tus libros, llévalos con la cabeza bien alta en el metro, en el parque y bajo el brazo. Porque si seguimos modas para leer, que es lo que nos amuebla la cabeza, estamos perdidos.

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